viernes, 26 de agosto de 2011

¿Qué es la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) o también denominada RSE (Responsabilidad Social Empresarial)?

Hoy quiero recordar un artículo que escribí hace unos meses fruto de una de las colaboraciones que la empresa en la que trabajo, econet, realiza junto a Microsoft, a través del espacio Microsoft Business.


La RSC podemos definirla como una actitud que debe calar en aquella entidad en la que se desarrolla de principio a fin y que se centra en lograr una contribución activa y voluntaria de la empresa hacia la mejora de las condiciones sociales, medioambientales, laborales, económicas, de salud, etc. Pero además, no debemos tener duda alguna de que somos una empresa y que nuestro objetivo primordial es mejorar nuestra competitividad y posicionamiento en el mercado y no debemos avergonzarnos de ello.

En relación con esta definición hay multitud de conceptos que se agolpan de manera desordenada y que confunden un poco a la hora de definir claramente lo que la RSC engloba.
Cuando hablamos de estos temas se nos amontonan en la cabeza conceptos como: filantropía, ética, equidad, justicia, salud, ecología, gobernanza, conciliación,… y una gran mayoría de empresarios no conocen a ciencia cierta lo que la RSC engloba o recoge.
A modo de resumen podemos indicar que desde nuestra empresa influimos en muchas personas ya sean de dentro o de fuera de la organización y, por lo tanto, ésta puede ser una primera manera de diferenciar las actuaciones o actividades que engloba la RSC, es decir, en función de las personas afectadas.

Así, en un primer escalón afectará a:
- Nuestros empleados
- Nuestros accionistas e inversores
- Nuestros Clientes o consumidores

Y en un segundo nivel afectará a:
- Proveedores
- Empresas complementarias
- Competidores
- Intermediarios
- Comunidades locales y ciudadanía en general
- Instituciones financieras
- Gobiernos, etc.

Otra clasificación que debemos conocer es la de los diferentes niveles de responsabilidad asumida. Existen tres niveles básicos:

1. Nivel de responsabilidad legal: No lo podemos definir realmente como un nivel de responsabilidad social como tal, pues una característica que diferenciábamos al inicio de este artículo es el carácter de voluntariedad y este nivel se limitaría al cumplimiento correcto de la legalidad existente.

2. Nivel de responsabilidad normativa: Es el nivel de “eficiencia”, en él ya sí nos autoimponemos unas condiciones de trabajo de forma voluntaria y unos requisitos superiores a lo legalmente exigido para considerarlos correctos o adecuados a nuestra filosofía de empresa.

3. Nivel de responsabilidad estratégica: Es el nivel de “crecimiento”, en él se engloban expectativas y necesidades externas y se da participación a la ciudadanía y organizaciones cívicas y políticas.


Objetivos
Cuando una empresa decide trabajar desde un modo socialmente responsable debe de asumirse en la totalidad de su estructura. Por lo tanto, debe ser una decisión valorada y aceptada al más alto nivel organizativo y de gestión. La RSC es una decisión estratégica, no funcional.
Como ya hemos insinuado anteriormente los objetivos perseguidos, además de la evidente colaboración en el desarrollo socioeconómico local, regional o global en el que la empresa interactúa, se centran en la diferenciación de nuestra marca ante la competencia con el objeto de conseguir mayor y mejor negocio.
Por lo tanto, tal y como destaca Rafael Moreno Prieto (profesor de estrategia y responsabilidad empresarial en diversas universidades nacionales e internacionales) en diferentes blogs temáticos, acometiendo este tipo de actividades obtenemos 7 principales retornos para nuestra empresa que serán valorables económica y empresarialmente:

1. Colaborativo: Reducción del absentismo, huelgas, fidelización de los empleados,…
2. Comunidad: Buenas relaciones con los grupos de presión local, menos sanciones,…
3. Comercial: Fidelización de clientes, aumentar el coste del cambio del cliente,…
4. Comunicación: Reducción de costes de comunicación, mejora de la imagen, publicidad gratuita,…
5. Cadena de producción: reducción de devoluciones, menos quejas de clientes,…
6. Competencia: Reducción de barreras de entrada en nuevos mercados, imagen,…
7. Financiación: Mejores condiciones financieras, más inversores,…
En definitiva, mejorar las condiciones de trabajo de nuestra empresa a todos los niveles.


¿Sólo los grandes pueden hacerlo?
Hasta la fecha parece que sí que ha sido evidente que sólo las grandes compañías se involucraban en el lanzamiento de programas socialmente responsables, pero esta afirmación no es del todo certera si se concibe la RSC tal y como la hemos definido inicialmente, lo que pasa es que en el ámbito publicitario y de comunicación empresarial sólo los grandes proyectos o campañas son divulgados a la generalidad de los ciudadanos.
Sin embargo, es perfectamente admisible que pymes e incluso micropymes se embarquen en proyectos socialmente responsables, simplemente deberán hacerlo en su justa medida y capacidad.
No es más responsable una empresa porque haga más publicidad sino porque se preocupe por sus trabajadores, sus clientes, su entorno, etc.
A pesar de ello, sí que las compañías empresariales más fuertes son las que están liderando el proceso de llevar la RSC hasta la sociedad global, pues ha sido el boom de las nuevas tecnologías de la comunicación las que más han disparado las necesidades sociales al globalizar el conocimiento a nivel mundial.
Microsoft ha apostado de manera firme en materia de responsabilidad social empresarial y tiene en marcha diferentes programas de apoyo a emprendedores, de lucha contra la brecha digital, innovación, educación, formación, seguridad o accesibilidad, por ejemplo.


¿Existen posibilidades de financiación para este tipo de actuaciones?
Como ya hemos mencionado, gracias al boom existente en relación con este tema motivado, principalmente por el desarrollo de las TICS (Tecnologías de la Información y Comunicación) que nos permiten conocer lo que pasa en el último rincón del mundo, el desarrollo de normativas y ayudas relacionadas con la RSC o RSE está comenzando a ser importante.
En España podemos mencionar como comunidad pionera en su desarrollo la comunidad de Baleares, la cual es la primera Comunidad Autónoma que ha creado una Dirección General de Responsabilidad Social Corporativa encargada de impulsar y desarrollar un sistema balear de RSC.
No obstante, sin llegar a este desarrollo regulador regional, en las diferentes comunidades autónomas, siguiendo las directrices marcadas por la UE (Unión Europea) se comienza a potenciar y ayudar a las empresas y otras entidades sin ánimo de lucro a la introducción de estos conceptos en su día a día a través de proyectos y convocatorias de diferente calado.
A modo de ejemplo podemos citar convocatorias como la de implantación de medidas de responsabilidad social para entidades públicas y sin ánimo de lucro o subvenciones a las actividades de promoción de la economía social, de la responsabilidad social de las empresas y del autoempleo.


Conclusiones
En esta época de crisis que vivimos la diferenciación de nuestro negocio puede ser vital para lograr posicionarnos en el mercado y la RSC puede ser una buena vía de consecución de este objetivo.
Además, la tendencia gubernamental y social es que cada vez encontremos más ayudas dirigidas a la realización de este tipo de actividad por lo que nos resultará menos costoso financieramente y lograremos mejorar la imagen y percepción de nuestra empresa.
La participación en proyectos sociales también puede favorecer el contacto con nuevos clientes, proveedores y oportunidades en general, e incluso puede ser de gran interés la participación en proyectos consorciados o con un partenariado internacional que nos facilite la entrada en mercados externos.


Fuentes:
­Diario Responsable (http://www.diarioresponsable.com/)
­Gobierno de Baleares (http://www.caib.es/)
­Boletín Oficial del Estado (http://www.boe.es/)

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